Hace ya 25 años, corría el mes de septiembre, iniciaba un viaje de Irun a Madrid que seria el primero de muchos. Me iba en busca de un sueño, de una quimera. Quería ser actor. Trabajar en cine, teatro y televisión.
Al poco de iniciar este viaje en bus, en la población de Olaberria, mirando por la ventana vi una estación de servicio que me llamó la atención quién sabe por qué. No le di mayor importancia en ese momento.
A las semanas, en viaje de vuelta para ver a la que era mi novia por aquel entonces, a mis padres y amigos, volví a fijarme en la estación de servicio de Olaberria. Una vez más, me llamo la atención.
Y así, una y otra vez durante 25 años.
En este tiempo, ha habido pequeños cambios en su fisionomía y ha sufrido alguna rehabilitación necesaria.
Finalmente, después de pensar en hacerlo infinidad de veces, el otro día hice un viaje hasta Olaberria para saciar mi necesidad de fotografiar esa gasolinera que me ha acompañado en tantos viajes y que me ha tenido conectado con el día en que partí en busca de ese sueño conseguido. Ser actor.